Desde hace unos años, siempre que voy en verano a casa de mis padres me paso algunas mañanas, bastantes...vamos, casi todas las mañanas viendo Pocoyo. No es porque yo sea una fan incondicional de la serie de dibujos...pero mis primas si, les gusta mucho. Y ven siempre los mismos capítulos, una y otra vez :)
Así es que siempre que veo a estos muñecos me acuerdo de mis pequeñas primas.
A ellas no las tengo cerca, pero en el piso de arriba tengo un pequeño vecino que ha tenido la suerte de comerse a Pocoyo, Pato y todos los demás.
En el próximo post os enseñaré otras galletas con el mismo protagonista, el niño azul.
Hasta pronto!!!